El calendario de obstáculos nacional va creciendo año a año, pero pocas carreras son capaces de irse consolidando con cada edición. El pasado 11 de diciembre pudimos probar en vivo una carrera que apunta maneras y que lucha por posicionarse en lo más alto de las pruebas nacionales de obstáculos. Ésta es la Bestial Race que se celebra en Canarias, en este caso se trataba de la final de las Bestial Series y se disputó en la localidad de Arucas, Gran Canaria.
Y podríamos pensar… ¿merece la pena viajar en avión a las islas solo a una carrera de obstáculos? Después de estar allí, desde luego la respuesta es claramente un sí. Poder correr una carrera en pleno invierno a 28ºC es un lujo. El lugar que combina lo mejor de la montaña y la playa en muy pocos kilómetros nos invita a irnos un par de días más a parte de la prueba para disfrutar del entorno y gastronomía típica de la zona.
El sábado tuvimos la oportunidad de probar algunos de los obstáculos y hacer un breve reconocimiento del circuito, y nos echamos a temblar con el evento que habían preparado. Sin ir más lejos, unas flying monkeys de 1,60m de separación entre la primera y la segunda barra y 10cm de diferencia de altura (ascendentes).
El domingo llegamos pronto a la zona de salida y nos encontramos un ambiente espectacular, más de 1.000 corredores dispuestos a darlo todo en un exigente trazado de montaña con casi 40 obstáculos en 12km. El sol pegaba fuerte, lo cual supondría un extra de dificultad.
Se da el pistoletazo de salida y todos los corredores sprintamos para intentar llegar en buena posición a los dos primeros obstáculos colocados a sólo 30m del inicio, un muro y una alambrada. Subimos 3 pequeños repechos con dos fosas y llega la primera cuesta, donde se empiezan a alargar los grupos de corredores. Llegamos a unas monkey bars y seguimos subiendo la montaña.
Durante los primeros kilómetros encontramos obstáculos sencillos como acarreos, pasos laterales muros altos, etc., pero que mezclados con el desnivel positivo ya iban haciendo mella en los participantes. Nos encantó una cascada de piedras que tuvimos que escalar, fue durísima y al llegar arriba había que seguir subiendo a pie.
Tras un pequeño descanso en bajada encaramos otra dura y larga cuesta tras la que encontramos troncos a sortear por encima y alambradas. Unos kilómetros después tenemos muros invertidos, una polea de tracción para levantar un peso y un original tiro con arco.
Nos acercamos al tramo final de la prueba con muchísima fatiga por el tremendo desnivel del recorrido y la dificultad técnica de las bajadas. En este último kilómetro encontramos diferentes obstáculos, como muros invertidos, fosas y montañas de barro, tubos, muros inclinados, arrastres y reptaciones, etc. Podéis ver algunos de ellos en las siguientes fotos:
Para nosotros, los puntos fuertes de la carrera fueron los siguientes:
- Gran variedad y originalidad de obstáculos.
- Alta cantidad de obstáculos.
- Entorno en el que se celebraba la prueba, estando a lo alto de la montaña se veía el mar.
- Dureza del recorrido.
- Distribución de los obstáculos*
- Animación en la zona de salida y meta.
- Las camisetas, súper chulas.
- Baños y duchas con agua caliente en la zona de salida y meta.
- Fotografías gratuitas a disposición de los corredores y publicadas inmediatamente después de la carrera.
- Voluntarios y jueces bien formados y profesionales.
*Normalmente “criticamos” que los obstáculos no tengan una distribución uniforme, pero en el caso de la Bestial Race nos gustó que el recorrido fuera como el de una carrera de montaña y que en la recta final hubiera más de un kilómetro de obstáculos uno detrás de otro, de tal forma que acabas prácticamente arrastrándote hasta llegar a la meta
Los aspectos que creemos que se podrían mejorar:
- Avituallamientos durante la prueba, eran escasos y las altas temperaturas sumadas al perfil del circuito hacían que se echara en falta algún puesto más de avituallamiento sólido y líquido.
- La dureza de algunos obstáculos, al fin y al cabo el público mayoritario en una carrera de obstáculos es popular, y el no ser capaz de superarlos puede llevar a frustración y lesiones. Para un élite es la carrera perfecta, para un aficionado quizás debería haber alguna alternativa más fácil además de las penalizaciones con burpees.
En resumen, nos encontramos con una carrera que ha combinado a la perfección el entorno natural que envuelve la localidad de Arucas con un número y diversidad de obstáculos que hace que no se olvide fácilmente la prueba. Las montañas que rodean el municipio han permitido un trazado digno de cualquier carrera de montaña y que se ha combinado con obstáculos variados durante todo el recorrido.
Destacar las impresionantes vistas a mitad de carrera, después de escalar piedras, pasar muros, alambradas (mira aquí los 5 ejercicios clave para superar la alambrada)… cuando el cansancio aflora, de la belleza de la montaña, y solo girando la cabeza ver la inmensidad del océano y las playas de roca, una visión que pocas pruebas pueden ofrecer al corredor.
Queremos agradecer nuevamente a Alfredo y al Patronato de Turismo de Gran Canaria por la invitación y la atención recibida durante nuestra estancia en la isla.
Por Vicente Clemente y Jorge Rey.
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